La Educación para la Salud implica de entrada una
información adecuada sobre el tema que se trate, no necesariamente suministrada
por profesionales sanitarios, pero a continuación, y como efecto de aquella,
una concienciación individual sobre la responsabilidad propia en relación con
su estado de salud y un cambio de comportamiento y actitudes hacia otras más
saludables.
Las fases
indispensables que comprende el moderno concepto de Educación para la Salud son las siguientes:
-
Información con
base científica.
-
Concienciación
responsable.
-
Cambio de
actitud o hábitos.
El individuo debe dejar de ser un sujeto pasivo y
tomar una parte activa en el mantenimiento e incremento de su propia salud. La
intervención de la comunidad en los programas de Educación para la Salud debe
estimularse desde la fase inicial de planificación, aportando ideas y, sobre
todo, los temas objeto de interés y salud.
El personal sanitario no tiene la exclusiva
competencia sobre estos temas. Su papel está claro. Proporcionar la información
técnica o las bases de la información científica para los programas de
educación que se determinan y actuar de mediador o "multiplicador
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